El gobierno de Trump mandó a más de 230 inmigrantes venezolanos al CECOT, una prisión de máxima seguridad de El Salvador, y los acusó de ser integrantes de la violenta pandilla Tren de Aragua. Durante los últimos cuatro meses, ProPublica y el Texas Tribune han estado informando sobre los deportados y sus antecedentes, e investigando cómo fue que terminaron en la cárcel. Revelamos que el gobierno sabía, antes de expulsarlos, que la gran mayoría no tenía condena por ningún delito en los Estados Unidos, lo cual contradice el relato de que eran “lo peor de lo peor”. También contamos que, por lo general, los deportados seguían las normas del sistema de inmigración, y que no se escondían de las autoridades. Ahora que los han repatriado a Venezuela, seguimos informando quiénes son y qué les pasó.
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