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Demócratas de alto nivel exigen investigación de operativos mortales liderados por la DEA

Legisladores citan una investigación de ProPublica y un informe del inspector general que detallan como equipos policiales extranjeros entrenados por la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA) están ligados a las muertes de inocentes en México y Honduras.

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Demócratas de alto nivel en los comités tanto de asuntos extranjeros como los judiciales de la Cámara de Representantes exigieron eljueves una investigación de los operativos liderados por la DEA en Honduras y México que resultaron en las muertes de docenas, posiblemente cientos, de personas que no tenían nada que ver con el narcotráfico.

La carta, dirigida al Fiscal General Jeff Sessions y el Secretario de Estado Rex Tillerson, se basó en una contundente investigación por el inspector general del Departamento de Justicia de un operativo de la DEA en Honduras en 2012 — conocida como Operación Anvil (Yunque) — contra las redes de narcotráfico que operan en la costa caribeña del país. Durante un operativo fallido, oficiales de una unidad de la policía federal hondureña escogidos, entrenados y comandados por la DEA dispararon contra un taxi acuático en el que viajaban personas aparentemente desarmadas y no vinculadas al narcotráfico. Cuatro personas murieron y otras cuatro fueron heridas.

La carta también menciona una investigación de ProPublica de una masacre cometida en 2012 por el cartel de los Zetas en el estado mexicano de Coahuila que se desencadenó después de que información sensible compartida por la DEA con una unidad de la policía mexicana bajo su control llegó amanos de los jefes del cartel, quienes ordenaron una ola de represalias contra gente sospechada de ser traidora.

La masacre dejó docenas y potencialmente cientos de personas muertas y desaparecidas dentro y alrededor del pequeño y tranquilo pueblo de ganaderos, Allende, que está a 40 minutos en auto de la frontera con Texas. El reportaje fue publicado en colaboración con National Geographic en junio.

“Creemos que estos y otros asuntos problemáticos merecen aún más investigación,” dice la carta, escrita por el representante Henry C. “Hank” Johnson, Jr., de Georgia, y firmada por el representante John Conyers de Michigan, el miembro de más alto rango del comité de asuntos judiciales, el representante de New York Eliot Engel, el miembro de nivel más alto del comité de asuntos extranjeros, y 11 representantes más.

“¿Dado que tanto el informe (del Inspector General) como un reciente reportaje de ProPublica han revelado las deficiencias de las unidades policiales bajo escrutinio de los Estados Unidos en Honduras y México, están ustedes llevando a cabo una evaluación completa del sistema de unidades especialmente entrenadas por nuestro gobierno para asegurar que se realizan mejoras?” preguntó Johnson en la carta.

Durante dos décadas, el llamado “Programa de Unidades Investigativas Sensibles” (SIU por sus siglas en inglés) ha sido la solución alternativa con que la DEA ha manejado el problema de combatir la droga al lado de un socio extranjero del que no se confía. La agencia establece una unidad bajo su mando, seleccionando agentes de las fuerzas policiales del país anfitrión. Después entrena a estos agentes extranjeros — frecuentemente en Estados Unidos — les somete a pruebas de polígrafo y, en algunos casos, trabaja a su lado en la calle.

La agencia ha establecido “SIUs” en alrededor de 13 países en el mundo. Administradores de la agencia los han avalado como el “pan nuestro de cada día” de las actividades de la DEA en el extranjero.

En México, sin embargo, la SIU ha estado plagada por la corrupción desde el inicio. Desde el 2000, al menos dos supervisores han sido asesinados después de que sus identidades y ubicaciones fueran filtradas a narcotraficantes por miembros de la SIU, según las acusaciones de agentes actuales y antiguos de la DEA que han trabajado en México. Este año, otro supervisor de la SIU, Iván Reyes Azarte, voló a Chicago y se entregó a las autoridades estadounidenses quienes le acusaron penalmente de colaborar con narcotraficantes.

LA DEA no niega la corrupción entre los rangos de su unidad mexicana. En entrevistas, agentes dijeron que parte del “juego” de trabajar en México consiste en entender que la unidad especial — y cualquier unidad policial mexicana — puede filtrar información a un cartel en concreto y ayudar de buena fue a perseguir a otro. Los agentes dijeron que se trataba de determinar a cuál cartel la unidad especial estaba ayudando, y entonces usar la unidad para perseguir a los rivales de este cartel.

Pero las investigaciones hechas por ProPublica y el inspector general han dejado claro que a veces el juego tiene consecuencias trágicas. Y mientras la DEA rápidamente se atribuye el mérito cuando ayuda a sus socios extranjeros a capturar a capos importantes de la droga, se mantiene silenciosa o proclama su inocencia cuando se pierden vidas como resultado de sus operaciones.

En el caso de la masacre en México, oficiales de la DEA no hicieron una evaluación interna del papel de la agencia en el ataque, y no suspendieron la relación de la agencia con la unidad especial ni ofrecieron asistencia a las víctimas de la filtración. Y en Honduras, el Inspector General Michael E. Horowitz concluyó que la DEA no solo omitió hacer una revisión del tiroteo, sino que a sabiendas despistó al Congreso en un intento de encubrir su papel.

Entre las revelaciones del informe del inspector general: oficiales de la DEA y el departamento de estado dijeron al Congreso que sus socios policiales hondureños dispararon contra el taxi acuático porque los pasajeros del taxi dispararon primero, pero no había “pruebas creíbles de que los individuos en el barco de pasajeros abrieran fuego primero.” Las pruebas disponibles “suscitan interrogantes serios sobre si hubo disparos desde el barco de pasajeros en algúnmomento,” dijo el informe.

Aunque la DEA ha insistido que solo jugó un papel de apoyo en el operativo hondureño, el inspector general determinó que fue un agente de la DEA quien ordenó a un artilleroen el helicóptero abrir fuego contra el taxi acuático.

En un comunicado de prensa, Johnson escribió que el informedel inspector general “confirma nuestros peores temores,” y deja muchas preguntas sin respuestas. “¿La pregunta más importante de todas es: que está haciendo nuestro gobierno para corregir esto y asegurar de que, de ahora en adelante, cualquier agente de los Estados Unidos involucrado en la pérdida de vidas inocentes en el extranjero tenga que rendir cuentas?”

Traducción al español por Carmen Méndez.

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